Kayak y su historia
Al kayak se le atribuye un origen esquimal, más concretamente inuit. La palabra significaría “bote-de-hombre” o “pedazo de madera flotante” ya que era construido a las medidas exactas del palista. En la sociedad esquimal, los menores no podían utilizar estas embarcaciones y sólo al alcanzar la mayoría de edad, en un acto ritual, la familia le construía su propio kayak. Se decía que si un esquimal salía a cazar y no regresaba era porque había usado un bote prestado. En su origen, en el ártico, el kayak fue concebido originalmente como “bote unipersonal consistente en una armazón de madera revestida de pieles”. Tiene una antigüedad de al menos 4000 años.
Kayakismo en la naturaleza
El kayakismo agrupa varias disciplinas, algunos deportistas compiten en regatas con botes livianos, angostos y veloces, mientras que otros realizan travesías de cientos de kilómetros llevando todo el equipo de campamento y la comida en botes cerrados, provistos de varios compartimentos para la carga. Algunos disfrutan descendiendo arroyos repletos de correderas en kayaks de polietileno que resisten los golpes, mientras que otros utilizan los kayaks rotomoldeados como un medio para expandir el alcance de su pasión por la pesca.
Sin embargo, todas estas modalidades tienen algo en común: el kayakismo se desarrolla en la naturaleza.
Por otra parte, un aspecto que valoriza más aún la navegación en kayak es que también beneficia a la conservación del medio ambiente. Al propulsarnos únicamente con la fuerza de nuestros brazos, no generamos contaminación ni ruidos que afecten al ecosistema de ríos y arroyos, entre otros.
Además, al entrar en contacto con la flora y fauna de los lugares que se recorren, vamos tomando conciencia y nos sensibilizamos sobre la importancia que tiene la preservación de estos recursos. Con cada fotografía que tomamos y con cada anécdota que contamos trasmitimos parte de este aprendizaje a las personas que nos rodean. Cuando un amigo se suma a la actividad se produce un efecto multiplicador que impacta en la educación ambiental de toda la sociedad, invitando con convicción a vivir la experiencia.